Me encantan las piezas aborígenes y las tradicionales, pero de vez en cuando, me gusta hacer cosas distintas, mis diseños.
El barro, las herramientas, y la técnica de trabajo, no varían. Como en el caso de este frutero, a mi me encanta, espero que cuando esté quemada y la exponga también le guste a la gente.
La taza que está detrás, es que por la mañana sin el café no se puede trabajar.
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